Todos los líquidos tienen un peso específico, siendo este el cociente entre su peso y el peso de un volumen equivalente de agua dulce 1,000 Kg/m3.   Al bombear el liquido de captación de agua marina, bien sean para uso en piscicultura, parques acuáticos, desaladoras, etc., se calcula como peso específico del agua de mar 1,03 Kg/m3. Es decir, que pesa un 3% más que el agua dulce.  Este dato es esencial para un buen cálculo del consumo de energía necesaria para bombeo. 

Estas variaciones en la densidad del agua afectan principalmente en la navegabilidad de los buques de gran calado y la máxima carga que pueden albergar. 

Por eso en los costados se aprecia el disco de Plimsoll, donde indica la variación de la línea de flotación según las aguas en las que navegue y carga máxima.

El gobierno ingles por iniciativa del diputado Plimsoll, promovió a finales del siglo XIX la adopción de medidas para fijar la carga máxima de los buques y reducir la elevada y desoladora siniestralidad de los buques por su libertad de carga, fijando los limites máximos en los buques según las aguas en las que navegue.  En 1930 se implantó a nivel mundial.

El agua de mar con mayor peso especifico es en invierno en el Atlántico Norte y el menor cerca de la desembocadura de ríos caudalosos.